lunes, 8 de febrero de 2010

¿Qué está pasando?

 En esto momento sólo puedo pensar en lo mal que me siento. Estoy decepcionado, triste, con rabia, frustrado e impotente. Ha de ser por vivir en una democracia tan perfecta que un individuo como yo se siente así. No obstante, no soy solo yo. Somos un 25% de los votantes los que nos sentimos así. Sentir es mucho decir porque no tenemos ya corazón para sentir. No puedo dejar de pensarlo todo, en repasar la última semana en la calle, las encuestas, la parcialidad de los medios, la negligencia de un TSE de mentiras.
Luego de ayer, pienso en los candidatos que elegimos. Ganó la mayoría, una masa domesticada que en pro del futuro de este país eligió a la ex vicepresidenta y esta a su vez va a prepararle el camino al actual ministro de la presidencia. Todo esto decidido por ellos hace tiempo. Esto es por lo que los ticos votan y siguen creyendo que tienen la libertad de elegir. Estoy rodeado de gente que no se informa, que no lee, que cree en todo lo que les den con cuchara.
¿Qué está pasando?
Pasa que según los porcentajes hasta este momento el 46% de los ticos son de derecha, el 20% son de extrema derecha y un 25% queríamos algo cercano al proyecto de país que queremos para todos, no sólo para nosotros. Somos un porcentaje que es solidario, que cree en la igualdad, en la justicia, en la equidad de oportunidades, que se preocupa realmente por el medio ambiente, que no quiere vender al país, que desea el mayor bienestar para todos por igual. Están los que no votaron, los desencantados, los valeverguistas, los que se encogen de hombros y deciden no decidir nada. Esos están al margen de todo porque nada les importa ya.
Pasa que el 43% del padrón lo componemos todos los menores de 34 años y pasa que es el segmento más preocupante de todos. No sé en qué rayos piensan los jóvenes que creen que la gente es pobre porque quiere, que cree que las mujeres en los precarios se llenan de hijos por coger sin condón, que creen que la privatización de las telecomunicaciones es cool, que creen que la caja es una mierda porque el monto que les rebajan ni lo usan, que le creen a los Arias. Los jóvenes de clase media, vaya ironía, son el segmento que más apoyo le ha dado recientemente a la gestión de este gobierno y no se dan cuenta (ayayay) que es el segmento para el que menos gobierna esta puta de babilonia que se llama ejecutivo. Leen blogs parcializados y con clara posición pensando que generan criterio cuando lo que hacen es simplemente ser sistemáticamente domesticados e inducidos a votar por ellos. Bueno, quiénes no lo somos... pero al menos estoy consciente de que llevo un yugo, una montura, tiro de un arado o jalo una carreta.
Pasa que los que tiran de los hilos de este país lo lograron. De forma descarada pero magistral, orquestaron una campaña de cuatro años de mentiras, maquillaje, desprestigio para la oposición y auto impusieron sus candidatos. Prevalecieron. Nosotros perdimos. De nuevo. Contra los mismos.
Pasa que nos faltan huevos y ovarios y entrañas y tripas pero sobre todo corazón. Ya basta de dejarnos. Hay que actuar. Hay que tomar una postura primero, segundo tomar partido y luego pensar la forma. Hay que convertirse en actor de los procesos desde ya. Hay que decir abiertamente que me interesa y que por eso participo. Hay que unirnos, todos los disidentes de esta dictadura solapada en la que nos arrean como bueyes  a un corral, sí, bueyes, porque a todos nos castraron.
¿Qué está pasando?
Que me harté de la desilusión y de los gobiernos y de la gente de este país. Pasa que quiero decir basta. Pasa que todo se va para la mierda, el país se nos va como agua entre las manos. Nos lo están destrozando. Mi mayor preocupación es que luego de la cirugía reconstructiva no lo pueda si quiera reconocer.

7 comentarios:

Marga dijo...

Ufff, la frustación, la tristeza, la desesperación, son muy palpables ahora. Pero no me voy a canzar de decir que hay que seguir peleando, luchando, trabajando fuerte por ese país que imaginamos. La decisión de ayer fue solo otro movimiento de un ajedrez que empezó hace años.

Rombonauta dijo...

Pues de repente, yo al menos, quiero odiar todo mucho por unos días. Luego sí, hay que enseñar los dientes, sacar las uñas, fruncir el ceño, arrollarse las mangas y empezar a bretear mucho. No va a ser fácil pero si no nos comprometemos realmente con la causa...

Pelele dijo...

Eso rombo, con rabia pero con ganas

Jenaro dijo...

eso pasa, billito!

C.A. Fallas dijo...

Hay que sacarse las ganas desde lo más profundo de la frustración.

Lola Mena dijo...

Si claro y justamente, en el proceso de digerir la frustación y la desidia, es cuando las ganas deben y vienen con muchas más ganas...

Pablik dijo...

El sinsabor queda. Sin embargo, ese 25% tiene que hacerse oír, no se puede quedar en una cifra.

Saludos!