sábado, 19 de julio de 2008

Reflexión sobre los australianos famosos


Ahorita con el furor desatado por el estreno de la última película de Batman y todo el revuelo y excesiva cobertura que esta recibiendo Heath Ledger, estuve pensando en cuanto, a las de alguna forma inesperadas, muertes de algunos famosos y recordé un caso bastante similar de otro australiano.
Hago referencia a Michael Hutchence, cantante y co-líder de los INXS (que por cierto alguien debería decirles que se retiren de una vez por todas). Quizá muchos de mis queridos y ávidos lectores no recuerden muy bien el cómo y el cuándo.
 Sucedio el 22 de noviembre de 1997. La versión oficial señala que se ahorcó con una faja colgándose de la puerta de la habitación 524 del Ritz Carlton Hotel en Sidney. Estaba ahí esperando el inicio de una gira por los 20 años del grupo. Ahora, otras versiones proponen la hipótesis de que fue un suicidio involuntario debido a una técnica autoerótica para propiciar orgasmos durante la masturbación por asfixia (asfixia autoerótica). Luego de la autopsia, el muchacho tenía un cóctel de drogas recetadas, tales como el Prozac. ¿Suena familiar? En fin, sólo espero que al menos haya tenido el puta orgasmo antes de decir L.J (Los Juimos para los que no conocen a Manuel Antonio Obando). En aquellos locos años, estaba aún reciente el lanzamiento del "Elegantly Wasted", para mi un excelente álbum. Además la inminente gira y la expectativa le dieron dimensiones de tragedia al asunto.
Ahora, el otro compa murió el 22 pero de enero y de 2008, por 2 meses no ocurrió 10 años después de Hutchence. El parte médico y las versiones entre accidente y suicidio son igual de polémicas. Según los CSI "Mr. Heath Ledger murió como resultado de una grave intoxicación por la combinación de los efectos de oxicodone, hidrocodone, diazepam, temazepam, alprazolam y doxilamina." También cierra definitivamente con que " Hemos concluído que la muerte fue accidental y fue el resultado del abuso de medicamentos recetados".
Luego de este asombroso descubrimiento he llegado a dos conclusiones. La primera es que no entiendo por qué putas no estoy breteando en E!, Tía Zelmira, soy el Robin del Topo o el de los espectáculos de algún noticiero nacional y 2, que temo por la vida de Mel Gibson. 
 Luego de descubrir que cada 20 años alguna estrella australiana muere por templón, por hipocondríaco o por mera pereza de vivir, creo que el próximo, en el 2017 o 2018, va a ser Gibson. Probablemente el parte de los forenses vaya a leerse como "Hemos concluido, luego de los exámenes de toxicología que Mr. Gibson murió por la irresponsable, sádica e inepta combinación de vodka, ron, cerveza de varios tipos, whiskey, tequila, vino, alcohol de fricciones, alcohol para encender fogatas y dos vasos de canfín". Obviamente agregarán: "Esto, aunado al hecho de que la mucama de origen judío ignoró sus suplicas por asistencia médica oportuna, provocaron que él intentara salir al balcón en su silla de ruedas de forma torpe y deseperada provocando, consecuentemente, la caída libre desde le decimoséptimo piso. Finalmente, este selecto grupode profesionales determina que las contusiones y hemorragias causadas por el impacto directo contra el pavimento luego de pegar contra 7 balcones, de llevar incrustadas dos banderas que decoraban la entrada del hotel, a saberse las de Bahamas y Sierra Leona, para luego caer a la calle y ser arrollado por 3 taxis y un carrito de perros calientes propiedad de un vendedor ambulante aun no identificado, le provocaron heridas que son incompatibles con la vida".
Si sucede, no me digan que no les dije que disfrutaran de las prejuiciosas películas del mae mientras estaba con vida. Amén.