lunes, 2 de marzo de 2015

Tributo a una mala memoria


Tengo un pésima memoria, casi nunca recuerdo nada
Como cuando mi padre me enseño a atarme los zapatos.
Me hizo practicar hasta que me quedaron los dedos en carne viva.
Pero en 3 horas aprendí; lástima que casi no lo recuerdo.

Casi no retengo nada en mi cabeza, me hace quedar mal
Como la vez que te besaba la brisa, el sol y yo y era diciembre
y vos despeinada y yo necio y tan poco tiempo
porque faltaba un cuarto para las 4; no puedo traerlo a la memoria.

Mis recuerdos son pocos, flacos y tristes, como un perro callejero.
No puedo ni escribirte, ni recordarte, ni pintarte, ni esculpirte con saliva.
Solo cuando cierro los ojos puedo verte blanca, melancólica y esquiva.
¡Y la imagen varía dependiendo del día que trate de recobrar!

No me enorgullece reconocer que me cuesta mirar atrás.
Sospecho que es decepcionante que te enteres que es así.
Tengo una pésima memoria, casi no recuerdo nada
y me da pena confesaste que sin querer recuerdo todo de vos.