domingo, 28 de febrero de 2010

El Duelo



 Este es un relato corto que escribí harán ya unos 5 o 6 años, durante la época en que trabaja en San Pedro. Es una ficción desarrollada en torno a hechos reales pero que, para efectos de dramatismo, retoqué un poquito. No es mi meta dar ningún tipo de lección con esto, simplemente una especie de fábula urbana de principios de siglo. Por cierto, fue publicada en la edición #4 de la revista Calle 3, en abril de 2006.

El Duelo



“Hoy la muerte sabe a la tristeza que embarga a los periódicos leídos.”
Eduardo Valverde



   Eduardo y yo éramos muy buenos amigos. Bueno, no han cambiado mucho las cosas pero ahora tenemos diferencias irreconciliables que nos han puesto en términos no tan amistosos. En realidad, Eduardo ni siquiera sabe que estamos enfrentados en franco duelo.
   Para dar una visión un poco más clara de la situación es oportuno explicar las circunstancias en que se han sucedido los hechos. Hace como 4 meses nos reuníamos a menudo a tomarnos unas cervezas con regularidad. Eduardo siempre llegaba y la pasábamos genial. Por esas cosas de la vida, la hinchazón del esparcimiento no dejaba ver más allá del amanecer del siguiente día. Así paso y él empezó a trabajar en el mismo lugar en el que yo lo hacía. Como la cantidad de casilleros era inferior a la de empleados, yo le ofrecí compartir el que yo tenía. Él aceptó gustoso y ahí sellamos nuestro cruento destino.
   La primera vez no fue tan mala. Digo, pensé que era una casualidad nada más. La segunda me contrarió ligeramente. De ahí en adelante todo fue ira y frustración. Eduardo cerraba el candado al revés. Yo lo dejaba de forma en que yo solamente lo tomaba con mi mano izquierda e introducía la llave con los dientes hacia arriba en la ranura con mi mano derecha. En cambio, él lo hacía completamente diferente. Invertía el orden, violaba mi tranquilidad, me hacía perder el juicio.
   Mi estrategia al principio consistió en ponerlo bien cada vez que lo encontraba al revés. El problema es que él hacía exactamente lo contrario. Desfachatez la de Eduardo pretendiendo alterar el orden universal de mis cosas cuando yo, por derecho de antigüedad honradamente adquirido, no lo aprobaba. Para empeorar, él, a veces se excedía en la cantidad de paquetes que físicamente podía albergar nuestro casillero. Entonces, para mi tormento, cuando lo abría todo se venía abajo. ¡Qué castigo! Tenía, pues, que recoger todo aquel tiradero de chunches esparcidos por los suelos.
   Mi única salida era matarlo. Luego de meses de meditación, llegué a la terrible conclusión que había estado tratando de esquivar por largos días. El heraldo negro había entregado por fin su misiva y no podía obviarla. Tenía que darle muerte a Eduardo. ¡Ay! ¡Qué macabro es el destino que me puso en este predicamento! ¡Maldita sea mi suerte y el hado que me condenó a tan dramática salida! Sin embargo, no era mi culpa. Él solito se lo había buscado. Él y su forma de ser diferente eran los responsables de mi tortura. Por él, todo llegaba a este infeliz desenlace. Él me había hecho perder la cordura y debía pagar con su sangre por profanar mi paz, mi orden, mi casillero... mi intimidad.
   Vaya ironía se me vino después encima sin siquiera dejarme concretar mi propósito. Una vez planeado todo; ya dispuesta la tumba y el epitafio y un ramo de crisantemos, Eduardo apareció para decirme que tenía casillero propio. Surgió de la sombra de ese maldito candado arrevesado para entregarme la llave cual espíritu que te devuelve con una piecita de metal la cordura. ¡Así de fácil pensó él que disolvería la afrenta! Ingenua criatura pensé. Lo invité a un café y de regreso descargué mi furia y mi revolver contra su frágil mortalidad. Después, como tenía dispuesto, le di sagrada sepultura y le regalé el epitafio más fantástico que jamás ha existido. Lo es porque al detenerse frente a la tumba, hay que rodear la lápida para poder leerlo. Vaya ironía verdad Eduardo, vaya ironía mal nacido que tendrás que salir de ahí a cómo podás y tendrás que darte vuelta para ver tu lápida y tendrás que rodear tu propia lápida para leer las palabras que son las más tuyas. Verás cómo se siente que algo tan tuyo sea puesto al revés por otro. Ya verás carepicha, sentirás en carne, si es que no se la comen primero las larvas, lo que yo padecí por vos mal parto.
   Ahora estoy muy bien. Nadie viola mi intimidad ni cambia nada a mi alrededor. Piensan que estoy loco pero lo que no saben es que están equivocados, todos ellos, inclusive Sofía. La única razón para no demostrarles lo contrario es la extrema comodidad en la que me encuentro aquí. Tengo mi propio casillero que no tengo que compartir con nadie. Es muy grande, de madera finísima y abarca toda una pared. Como está dentro de mi habitación, no tengo que ponerle candado ni cerrarlo con llave. Es tan espacioso que entran mis zapatos, ropa y hasta mi paraguas. Además, la ventana de mi habitación da a la colina donde enterré a ese desgraciado. Desde ella puedo ver la tumba y la lápida que aun no han sido cubiertas del todo por la maleza. De esta forma, podré ver cuando Eduardo salga a leer su epitafio y tenga que dar la vuelta como un perfecto idiota para poder hacerlo. Entonces estará consumada mi venganza y mi plan se habrá realizado. Mientras tanto, sigo aquí esperando con esta sonrisa de triunfo en mi boca.

domingo, 21 de febrero de 2010

Con cariño para Don Álvaro Salas


 ¡Es impresionante que te des cuenta de que alguien en tu propia ciudad ha muerto porque una amiga en otro país te lo mencione! Pero pasa. Me he dado cuenta ayer de que mi profesor de la Facultad de Letras, Escuela de Lenguas Modernas, de la Universidad de Costa Rica, el señor Álvaro Salas ha muerto. No lo veía ni mantenía contacto con él pero no por ello no le guardo mucho respeto y cariño por haberme enseñado muchísimo y por haber impartido uno de los mejores cursos, cuidado si no el mejor, que he tenido la dicha de llevar. Fue un curso de poesía en el que en lugar de dejarlo en lo usual y básico, lo enfocó en tres ejes. Estos fueron: Poesía y drogas, Poesía e imágenes del infierno y Poesía de minorías en los Estados Unidos. Una maravilla de clase que me hizo realizar algunos de mis mejores trabajos. Uno fue una puesta en escena que hicimos Uzaga, Lau y yo de "The Raven" de Poe. Fue un 10 y además el hombre me dejó tomarme una copa de vino y fumarme un cigarro en la clase como parte del performance. El otro fue con la misma gente, agregando a Gaby, en un pseudo corto insipirado en Fausto llamado "Faust 2000: Satan Strikes Again". Los disfrutó tanto que los usaba como referencia de su clase. Un hombre con una gran sensibilidad y una apertura para discutir ideas envidiable. Pues bien, le dedico la canción porque la usamos durante el curso y porque sé que en el fondo era un idealista al que le tocó vivir en la época equivocada. Uno más que se me va este año y vamos quedando menos.

viernes, 19 de febrero de 2010

Las Consecuencias




Empiezo contándoles que el nuevo disco de Enrique Bunbury viene con 10 sustanciosos tracks. Abre con la canción homónima, Las Conseuencias, bastante Bunburiana y bien lograda. La letra, como pasa durante todo al álbum, es muy interesante. Luego sigue Ella me dijo que No, una belleza de declaración. La 3 se llama El Boxeador, una referencia recurrente si vemos la portada del Flamingos y del sencillo de Sácame de Aquí. La número cuatro es a su vez el primer sencillo. Viene a dúo con Jeanette Ann Dimech, sí, aquella inglesita que cantaba en español en los setenta. Es de hecho un cover de ella del tema Frente a Frente. Luego, 21 de Octubre suena con mucha ira y resentimiento. Bastante duro que signifique una referencia tan específica. La número 6 es Lo que Más te Gustó de Mi, una con un acordeoncito lindo. Con el track 7 llega el rock de Los Habitantes, la más movidita. Sigue Es Hora de Hablar, de nuevo, lo que canta el tipo es lo más sólido del tema. Para cerrar vienen las siempre matizaditas de sus finales De Todo el Mundo y Nunca se Convence del Todo a Nadie de Nada.
Hasta el momento, es lo mejor de 2010. El disco es sólido, confesional y muy guitarreado. Está bastante rabioso y triste pero no por ello es patético. En palabras del intérprete, este disco cierra una trilogía y ya para la próxima producción, sí, habrá una más, planea pasar la página y probar otras cosas. No dudo que el elegir el surco que aquí les obsequio como punta de lanza de este material muestra una vez más la independencia creativa del artista. Es una prueba más  del valor del caballero para hacer lo que le viene en gana y cómo le da la gana. Igual, puede sonar algo reiterativo a ratos y también algunas podrían sonar a cosas que ya había grabado antes. Sin embargo Las Consecuencias tiene un halo de tristeza que enamora e invita a apagar la luz, encender un porrito acompañado de un tequilita y sentirlo, sí, así de cliché. Me pongo de pie y le aplaudo. Salud y que la gocen bonito. 

martes, 16 de febrero de 2010

Grunge












la distorsión me sale del corazón
quizá algún tipo de grito desesperado
fusión de rabia y de melancolía
pasó hace décadas, en la euforia de 1993
era el climax pero a su vez el pie del cañón
antes de caer, con una franela a cuadros
dos camisetas, una debajo de la otra, unas tenis
vos no estabas, te incubaba el brit pop
en pañales aún, pre eclosión, por eso no me ves así
el walkman y un pantalón flojo pero con clase
el cassette de The Cure o de Ned's Atomic Dustbin
nada cerca, muchas veces, de la adrenalina que escuchaba
una tarde, un parque, una cerveza tibia, Alajuela
los vapores en medio del slam, sudor, gloria
tu voz lejos llamaba, canto de sirena
de algún modo se perdió, sublimado,
con un disparo en la cabeza, aislado,
un  5 de abril de 1994.
Algo duró el eco en disiparse
entre tanto ruido y amplificador fue difícil
no noté cuándo cerraron la Fosforera
fue luego de algún unplugged
los veranos pasaron y Seattle siguió igual de indiferente
no hubo tinte en el pelo, ni arete, ni tatuaje
ningún artificio alegró la noche sin vos
por dicha apareciste, luego del big-bang
después de otra invasión británica
a veces recuerdo esos años, a veces los extraño
hay una serie de caras, todos muertos,
que evocan la época, recreación,
no me espantan ya más, me esperan
seré el próximo en formarse en fila
luego iremos todos al backstage a bailar...

sábado, 13 de febrero de 2010

you don't know...


estás sentada allí, lucís inexpugnable
con tus brazos cruzados y el ceño fruncido,
me ignorás, a punto del llanto,
sos una fotografía,
yo sin palabras voy una vez más a la lona
te miro y miro al espacio vacío a nuestro alrededor
tocarte en ese momento habría sido profanación
ni un suspiro, sin señales claras de vida
(you don't know...)
sin siquiera un cigarrillo como ice breaker
se me hace difícil poder decir algo,
tipo de remiendo casero para estos casos,
sos un cuadro flamenco,
no queda más que teorizar sobre lo que pensás
tu voz queda no dice, no te sale, no me quiere
(you don't know...)
me resigno al conteo hasta 10
de esta no salgo con bien
pero a pesar de todo me quedo,
sos una estatua griega,
me resisto a levantarme y buscar otro sitio
espero a que salgas del trance
(you don't know...)
te pinto con una lata de spray
no en un muro, sería atarte
los trazos no me salen del todo bien,
sos un graffiti,
espero que al pasar te veas
al menos un simulacro de sonrisa
un abrazo, que te abras lento como con el sol

you don't know...

martes, 9 de febrero de 2010

Lo prometido es deuda...

 Como dije el domingo, sólo esta canción puede decir cómo está mi corazón. Tuve que subirla primero para poder hacer el Widget. Joder, mucho esfuerzo pero aquí está. Llórenla conmigo!

lunes, 8 de febrero de 2010

¿Qué está pasando?

 En esto momento sólo puedo pensar en lo mal que me siento. Estoy decepcionado, triste, con rabia, frustrado e impotente. Ha de ser por vivir en una democracia tan perfecta que un individuo como yo se siente así. No obstante, no soy solo yo. Somos un 25% de los votantes los que nos sentimos así. Sentir es mucho decir porque no tenemos ya corazón para sentir. No puedo dejar de pensarlo todo, en repasar la última semana en la calle, las encuestas, la parcialidad de los medios, la negligencia de un TSE de mentiras.
Luego de ayer, pienso en los candidatos que elegimos. Ganó la mayoría, una masa domesticada que en pro del futuro de este país eligió a la ex vicepresidenta y esta a su vez va a prepararle el camino al actual ministro de la presidencia. Todo esto decidido por ellos hace tiempo. Esto es por lo que los ticos votan y siguen creyendo que tienen la libertad de elegir. Estoy rodeado de gente que no se informa, que no lee, que cree en todo lo que les den con cuchara.
¿Qué está pasando?
Pasa que según los porcentajes hasta este momento el 46% de los ticos son de derecha, el 20% son de extrema derecha y un 25% queríamos algo cercano al proyecto de país que queremos para todos, no sólo para nosotros. Somos un porcentaje que es solidario, que cree en la igualdad, en la justicia, en la equidad de oportunidades, que se preocupa realmente por el medio ambiente, que no quiere vender al país, que desea el mayor bienestar para todos por igual. Están los que no votaron, los desencantados, los valeverguistas, los que se encogen de hombros y deciden no decidir nada. Esos están al margen de todo porque nada les importa ya.
Pasa que el 43% del padrón lo componemos todos los menores de 34 años y pasa que es el segmento más preocupante de todos. No sé en qué rayos piensan los jóvenes que creen que la gente es pobre porque quiere, que cree que las mujeres en los precarios se llenan de hijos por coger sin condón, que creen que la privatización de las telecomunicaciones es cool, que creen que la caja es una mierda porque el monto que les rebajan ni lo usan, que le creen a los Arias. Los jóvenes de clase media, vaya ironía, son el segmento que más apoyo le ha dado recientemente a la gestión de este gobierno y no se dan cuenta (ayayay) que es el segmento para el que menos gobierna esta puta de babilonia que se llama ejecutivo. Leen blogs parcializados y con clara posición pensando que generan criterio cuando lo que hacen es simplemente ser sistemáticamente domesticados e inducidos a votar por ellos. Bueno, quiénes no lo somos... pero al menos estoy consciente de que llevo un yugo, una montura, tiro de un arado o jalo una carreta.
Pasa que los que tiran de los hilos de este país lo lograron. De forma descarada pero magistral, orquestaron una campaña de cuatro años de mentiras, maquillaje, desprestigio para la oposición y auto impusieron sus candidatos. Prevalecieron. Nosotros perdimos. De nuevo. Contra los mismos.
Pasa que nos faltan huevos y ovarios y entrañas y tripas pero sobre todo corazón. Ya basta de dejarnos. Hay que actuar. Hay que tomar una postura primero, segundo tomar partido y luego pensar la forma. Hay que convertirse en actor de los procesos desde ya. Hay que decir abiertamente que me interesa y que por eso participo. Hay que unirnos, todos los disidentes de esta dictadura solapada en la que nos arrean como bueyes  a un corral, sí, bueyes, porque a todos nos castraron.
¿Qué está pasando?
Que me harté de la desilusión y de los gobiernos y de la gente de este país. Pasa que quiero decir basta. Pasa que todo se va para la mierda, el país se nos va como agua entre las manos. Nos lo están destrozando. Mi mayor preocupación es que luego de la cirugía reconstructiva no lo pueda si quiera reconocer.

domingo, 7 de febrero de 2010

Segundo Aniversario de Time Is Mami

Foto del editor en jefe de Time Is Mami en pleno proceso creativo


Han pasado ya 2 años desde que empecé con este blog. Este 8 de febrero conmemoro aquel día en que le entré a esta vara. Lamentablemente la coincidencia con las elecciones ha opacado la apoteósica celebración  que tenía organizada, pero ni modo. El próximo será. No quiero despedirme sin antes agradecer a todos los internautas que se han embarcado al entrar aquí. Si bien es cierto que para que un blog sea rentable debe de recibir al menos 3 mil visitas al día y este en 6 meses apenas pasa las 2 mil, para mi son excelentes número ya que sé de unas 6 personas, amigos, que fijo pasan a saludar a menudo. Los demás, queridos desconocidos, son bien recibidos también. Espero poder seguir mejorando este chinchorro en HTML para que sigan dándose la vuelta de cuando en cuando. No voy a ponerme a contar lo que me ha pasado en estos dos años porque no es para saber de mi que pasan. Quiero darle un abrazo en especial a Raaul, El Flaco, El Profe, Cache, Marito, Rebe, La Flaca y por supuesto a la razón de mis encuestas, Fabián Coto. Por ahí sospecho de otros recurrentes, pero al no tener certeza de su regularidad, mejor doy un general y amistoso gracias. Ya me voy a la flaquicueva a ver los resultados. Si no queda Chinchilla, podré al fin celebrar la partida de los Arias Brothers aunque dudo que sea por mucho tiempo.  Nos vemos por aquí.