Luego de haber hablado con Fabi acerca de los carajillos Straight Edge y de escuchar a Lau despotricar contra los hipsters durante su merienda, decidí escribir algo pero sin meterme directamente con ninguno de estos fenómenos pero cagándome soberana y enfáticamente en ellos. Empezemos con esto:
Bueno, las drogas son para los perdedores. Eso piensan los straight edges en general. Ahora, veamos esto otro antes de empezar a divagar y meter improperios cada 3 palabras:
Luego de que los emos hicieran de las suyas entre los adolescentes sin cerebro y sin personalidad, dios envió otra plaga para probar nuestro temple y para ver si finalmente Eduardo, Carlitos, Lau, Fabián, Marito y yo (quizá Pam sería la chofer pero sin participar directamente y sin el visto bueno de los chimes) nos conseguíamos un hyundai excel gris sin placas para secuestrar y sistemáticamente desmembrar con cuchillos oxidados y empapados en alcohol todos los indeseables en las calles, la asamblea legislativa, casa presidencial, la chicha, el área, la nación y el 88.
Bueno, primero, no lo ha logrado aún... pero cómo nos tienta! Viva el estado laico! En fin, volviendo al tema, Fabi y yo nos mensajeamos hace como un mes sobre esta mierdita de los carajillos de ahora que viven bien y cómo muestra que la revolución está en profundo estado de coma. Si dependiera de la bola de inoperantes que en gran mayoría componen la juventud tica, esa masa con olor a d&g, tenis converse y que toman sólo frozen latte, Arias sería presidente hasta que se le acabara la cuerda y todo su clan seguiría haciendo lo que le da la gana. Por ejemplo, porque el neoliberalismo, que no saben que es, es cool.
Ahora, sin hablar de absolutos ni darles ni quitarles crédito, más o menos voy a apuntar lo vacía y muerta que está la juventud. No sé si ustedes tiene primos, hermanos menores, sobrinas o ven por la ventana del bus al pasar por un mall o por un colegio, pero la uniformidad de la pendejada reina. Recuerdo lo que me impresionó lo popular que es entre los maes depilarse por completo. Fue hace años y sé que no es nada nuevo pero es sintomático de lo que prima la estética. Entendía que las chicas lo hacen desde hace muchísimo por estética, comodidad o por complacer a maes que les gusta pensar en una niña sin bello púbico, vaya usted a saber. Yo recuerdo lo superficial de mi adolescencia y de lo que me gustaba ser hip pero no uniformado. Puta, al menos me tocó ver el comienzo del ride del rock alternativo noventero y su moda y verlo crecer y luego hacerme a un lado y dejar la patineta y abrazar las drogas. Luego tuve la suerte de rodearme de gente brillante, de interesarme en darle profundidad a mi vacía cabecita y de, luego, pensar. Esto no me hace un héroe, pero me hace.
Para volver a cagarme en la muchachada actual, la multiplicación de los gimnasios, los chantes para hacer spinning, las salas de bronceado, los restaurantes light/orgánicos con menú en idioma contraportada de disco de world music han proliferado como cucarachas en los últimos 15 años. No es casualidad. Además, los tatoo studios, piercings, tiendas de moda especializadas en prendas trendy y las fashion parties ahora son de lo más común. En San Pedro ha de haber más lugares para tatuarse o perforarse que pulperías. Esto no es casualidad. La superficialidad envuelve todo lo que es joven, como el envoltorio de plástico con olor a nuevo en que viene todo lo que les empujan.
Tristemente toda la maquinaria de marketing trabaja de forma sigilosa pero perfecta. Ahora ya los realities se dan en internet. Todos tiene un blog, cuenta de facebook, twitter, my space o la mierda que sea (como yo) para subir sus fotos, sus videos haciendo feo, para verse, para lucir sus poses forzadas captadas a las 3 de la mañana en el área bailando algo, lo que fuera, igual era cool, para compartir sus comentarios sobre lo más superficial de la noche, para hacer feo. Ahora con las cámaras en los celulares pueden captar cada instante de sus vidas, documentarlo desesperada y constantemente como si fuera a ser de importancia para alguien, como si estuvieran haciendo algo. Puta, por qué no tuvieron acceso a todo esto otros a los que sí valdría la pena ver lo que documentaron en vez de sus close ups en blanco y negro fotografiados mientras escuchaban recostados en su cama algo de Lou Reed.
Sin embargo, estos chiquitos son todos un cliché, una reiteración de un escaparate, un compendio de frases pseudo profundas sacadas de una canción, de una película de cuarta, de la descripción de un aroma en una caja de perfume o de una entrevista a Sid Vicious de hace 30 años. Todo es reciclado, copiado, imitado, un esfuerzo incesante de ser como de novela pero sin aportar ni picha.
Ellos se reducen a una dieta rica en fibra, a no tomar mucho por la panza, a comer vegetales libres de agroquímicos, a vestirse como Björk o bailar como lady gaga. También cuidarse de a qué lugares se va, de qué se dice o de estar siempre listo para una impredecible fotografía. Ya los bares para sentarse a hablar son cavernas del jurásico para fósiles de esa era. Es
frustrantealpuntodequererarrancarleslacabeza el que no sepan qué putas es el ride de la pista a caldera, cuál es la bronca por la que Calderón está en juicio o el enredo ese de los alcaldes que no viven en el cantón que gobiernan. Encima de todo, los hijos de la puta que les dio el ser andan los guevos depilados. Es que no hay derecho... es que dan ganas de llorar. Aparte de eso, corren, hacen yoga, queman incienso, creen en la homeopatía y apoyan el TLC.
¿A donde voy con esto? No lo tengo muy claro pero que rico se siente, seguro tan rico como andar las axilas, las piernas, los brazos y los guevos sin nada. Lo otro es la modita, yo ahora sólo le creo al flaco o al chimi que se pongan sombrero o boina. Yo los tengo al chile para mudarme. Los anteojitos de aro grueso y negro, los jeans ajustados y de colores chillones, las tenis retro, las camisetas con leyenda fosoforecentes... todo es ya parte de su lenguaje, de su tribu falta de espíritu, de convicción, de fe, de valor, de postura, de ganas de informarse.
Yo les reclamo el desinterés, les reclamo el vacío de una vida sólo para sentirla y verla pero no necesariamente para vivirla. Algunos creen que porque twitean o porque se meten en páginas que me voy a abstener de mencionar, saben y se informan. Nada más equivocado. Todo este circuito de mierda hedionda tiene su propio establishment. Tiene tiendas, tiene blogs, tiene revistas, tiene radios, galerías de arte, televisoras, cafés, bares, centros comerciales... todo lo cool y novedoso que ellos creen crear sólo sirve para ser manufacturado para su posterior venta para los mismos imbéciles.
Murió la revolución, occidente está de goma esperando a que abran la disco para ir en tacones, con laca en el pelo, totalmente depilado, con una camiseta vintage, con converse y una polaroid a seguir retratándose en su vacía pose apoyado contra la pared para no caerse y terminar de romperse la cabeza contra el suelo sucio con escarcha multicolor y globos reventados.
Hipster, me cago en vos, straight edge, fumá mota, mae con los guevos depilados... jaláme el hule. Toda tendencia artística realmente revolucionaria ha muerto. Sólo queda esperar.