domingo, 29 de julio de 2012
miércoles, 18 de julio de 2012
Canadá: Corte dice que no al pago de derechos de autor por descargar música
No es que la legalice tampoco pero al menos le pone bozal un ratico a esos perros mal nacidos con respecto al pago de derechos de autor por obras descargadas en línea. Una decisión extraña por lo sensata, clara y por ir en detrimento del enriquecimiento de los sellos discográficos. La nota entera en la nación digital por aquí:
Canadá: Corte dice que no al pago de derechos de autor por descargar música
Canadá: Corte dice que no al pago de derechos de autor por descargar música
martes, 17 de julio de 2012
II Trimestre con música
domingo, 15 de julio de 2012
Mainstream
Deberíamos vestir con unos abrigos de moda para protegernos de este frío,
bailar algún éxito de Madonna con una copa colorida en la izquierda y un cigarrillo en la derecha;
sonreír con distención para aparentar una felicidad que se nos escurre como el humo que exhalamos.
Tendríamos que discutir sobre trivialidades frívolas de las que no sabemos nada,
tomarnos de la mano sin firmeza y con algo de temor al cliché eurocentrista.
En cambio ambos sabemos que en el fondo querés ver House y yo ponerme unos audífonos.
Quiero sentarme con una cerveza a verte ver sin escucharte. Vos querés sentarte a oírme escuchar, poner una canción de The National de la cual no sabés el nombre con el perro ladrando al mundo.
Extrañar a los que no tienen tiempo de extrañar, querer a los que luego nos querrán.
Los domingos son la misma mierda en cualquier parte del mundo en donde uno esté.
Somos más jóvenes de lo que pensamos. Cosas que nunca van a pasar.
Otra canción, otro cigarrillo, otro trago y otra calamidad.
Cosas que se confunden como Siouxie, Alajuela y una colcha de retazos sacados del dolor.
Te quiero así de quieta. La suave brisa entre la lluvia revuelta con la radio encendida en el corredor.
bailar algún éxito de Madonna con una copa colorida en la izquierda y un cigarrillo en la derecha;
sonreír con distención para aparentar una felicidad que se nos escurre como el humo que exhalamos.
Tendríamos que discutir sobre trivialidades frívolas de las que no sabemos nada,
tomarnos de la mano sin firmeza y con algo de temor al cliché eurocentrista.
En cambio ambos sabemos que en el fondo querés ver House y yo ponerme unos audífonos.
Quiero sentarme con una cerveza a verte ver sin escucharte. Vos querés sentarte a oírme escuchar, poner una canción de The National de la cual no sabés el nombre con el perro ladrando al mundo.
Extrañar a los que no tienen tiempo de extrañar, querer a los que luego nos querrán.
Los domingos son la misma mierda en cualquier parte del mundo en donde uno esté.
Somos más jóvenes de lo que pensamos. Cosas que nunca van a pasar.
Otra canción, otro cigarrillo, otro trago y otra calamidad.
Cosas que se confunden como Siouxie, Alajuela y una colcha de retazos sacados del dolor.
Te quiero así de quieta. La suave brisa entre la lluvia revuelta con la radio encendida en el corredor.
miércoles, 11 de julio de 2012
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