Era una mañana de esas nubladas
en un día de esos lluviosos de los que va,
va acompañado con tu cotidiana brevedad matutina.
Luego escuché esa canción de aquel tipo.
Ahora está muerto. Sentía celos entonces.
El recuerdo de tu perfume entre mis párpados
aquel aroma a cítricos de tu cuello,
hizo que el no andar paraguas
pasara a ser algo inspirador.
1 comentario:
Cotidiana brevedad matutina!
Pudiste ser tan severo... pero no, nice!
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