Una pertinaz ráfaga que me sacude
El ruido de la calle que susurra tu nombre
Es canto de sirena carburando bajo la luz roja
Ladrido perezoso de mi perra disciplina
Vos sabes, lo supones entre dudas efímeras
Efímero pero fatal.
Sé (en el fondo) que solo vos vas a lamer mi cara
Me cobijarás en esta tarde quebrada en mil espejos de agua
Yo, mientras tanto, me echo a despertar.