Luego de todo lo que ha pasado y de haber hablado mierda y haber escuchado a cuanto pendejo que dice que sabe de fútbol, pues he llegado a algunas conclusiones.
He de empezar por la porquería de periodismo deportivo que tenemos en los dos canales de televisión más "importantes" del país: el 6 y el 7. Como bien es sabido por los que destapamos espumosas todos los fines de semana para ver a nuestros jugadores correteando tras una bolita, las televisoras tienen muy claros sus intereses en todo este arroz con mango. Primero, el 6 estaba y sigue dando saltos porque los dos finalistas tienen contrato de exclusividad con ellos para las transmisiones en vivo de sus mejengas. Por lo tanto, los mops tienen asegurado y monopolizado el espectáculo y una buena entrada por publicidad y todas las maravillas del rating. Por otro lado, los Picado's (literalmente!!!) están que se los llevan los once mil pares de putas por exactamente lo mismo, mamaron con el rating y la pauta publicitaria porque la culebra tibaseña quedó fuera de acción. Los "periodistas deportivos" de ambos canales también han hecho de las suyas. Mario Saprissa y Everardo Herrera se han dado gusto emitiendo juicios de valor aún antes de que investigación alguna se haya llevado a cabo. Sé que la evidencia huele a entrada de La Pantera Rosa, pero pronto voy a eso. Mario Segura asegura ser de la U, Everardo dice que él es aficionado al buen fútbol (típica respuesta para quitarse el tiro). En el caso de Herrera, es bien sabido por un servidor desde hace décadas que él es un consumado saprissista. El caballero es de San Rafael de Alajuela y da la casualidad que mi abuelo conoció al papá y desde niño me decía mientras escuchábamos sus programas deportivos: "mijito ese Everardo es un gran saprissista, hierba ponzoñosa q engendró esta tierra y resultó en un perro morado". Por eso desde que llegó al siete me pareció el perfecto compañero para Mario. Ambos han despotricado tanto que el jueves salió Ignacio Santos con Jorge Martínez aclarando la posición del canal. En cuanto a SapriBatman y SapriRobin, los guardaron para que no se pegaran más color. Los del 6 no son ningunos santos, igual han despotricado por su lado. Allí hay 3 heredianos, un cartago y dos morados. Además, como empresa han tenido que tomar partido y velar por sus intereses.
Segundo, la postura de la S. Ellos obviamente han ido por lo suyo con razones y motivos, eso es indiscutible. Ha habido un claro caso de interpretación reglamentaria halada del pelo. En estos casos nunca llueve a gusto de todos y cada quién tiene su posición. Ellos han alegado que la anulación de la sanción fue irregular y que los perjudicó a ellos y favoreció al rival. Eso es cierto. Además dijeron desde antes del partido que sin importar el resultado, iban a apelar la decisión. Aquí empiezan mis peros. Supongo que no todos van a estar de acuerdo conmigo pero la S ha ido a la segura de forma calculadora y cauta, algo razonable por supuesto, sin embargo no pensando únicamente en lo que está bien y lo justo. Si el interés era la transgresión al fair play y al reglamento en perjuicio suyo, ¿Por qué no apelaron antes del partido? Si lo que prima es que se esclarezca la verdad, ¿Por qué no ir a las instancias pertinentes desde que se enteraron de lo que habían hecho los liberianos? O sea, me la juego y si pierdo digo que fue porque hubo chanchullo y si gano, igual alego porque pudieron habernos jodido! Es importante mencionar que la diriectiva del reptante morado fue manejada a control remoto desde México donde lo que importaba era la taquilla del partido final. Mucho se habló del perjuicio a la sele y el atraso al torneo y de todos los perjuicios. No obstante, ¿Qué le va a importar el campeonato local y la selección mayor a los mexicanos, rivales directos en la eliminatoria?
En este país olvidamos rápido pero pocos equipos tienen cara en qué persignarse. En su momento, por ejemplo, Cartago impugnó un castigo a su cancha por meses hasta que tuvo que cumplir la sanción contra la U en un juego que resultó decisivo para su clasificación. El partido fue en el Cuty Monge y quedó empatado y los brumosos no lograron el ansiado pase a la segunda fase. El Carmen, mi querido Carmen, intentó impugnar la alineación de Steven Calderón por parte de la U para que perdieran todos los puntos de los partidos en los que el compa hubiera participado. Esto con la esperanza de no descender... pero nel. Puntarenas y el mismo Liberia apelaron sanciones a sus canchas y en su momento retardaron la sanción. La misma culebra púrpura parece haber olvidado como apelaron una expulsión en contra del Paté y lograron hacerlo jugar un partido importantísimo y que purgara el castigo contra un rival de menor peso. También está pendiente desde el 7 de marzo, sí queridos lectores, pendiente desde el 7 de marzo, que Justin Campos termine de purgar dos partidos de los 3 que le metieron por el clásico en el Rosabal Cordero. Ellos metieron una apelación y el narigón no ha ido a la grada a terminar su castigo. Su contraparte, el Popeye, no quiso que la directiva apelara y cumplió la pena como mandaba el disciplinario. Eso sonó muy liguista dirán algunos, pero son hechos, no veneno.
En cuanto a Liberia Mía, no niego que el Sotela está manejando el fútbol como a la Cetena o a la muni de Liberia. Está en los dirigentes combatir la corrupción y manejar el fútbol de manera transparente. Está mal que Liberia pague mordidas y están peor los que las aceptan y luego se dan con una piedra por el pecho. Al final, esto es Sodoma y Gomorra y todos están embarraditicos hasta las orejas de mucha mierda. Ahora, usando una metáfora más decente para que mi mamá no me haga caras cuando lea esto, el que esté libre de pecado que lance la primera piedra.
En cuanto a Heredia, son los únicos que en este despiche salen limpios. Pobres por la congoja que les ha tocado vivir. Aunque digan que prefieren ganarle la final a la S porque sabe más rico, todos en el fondo respiran tranquilos a sabiendas que Liberia se presenta mucho más accesible y sin 3 jugadores claves en estas instancias finales.
Cualquier madrazo o comentario, háganlo. Se les agradece, si no, he dicho.
